¡Poesias Genalguacil!
Incendio Sierra Bermeja
En Sierra Bermeja, en aquel septiembre triste, las llamas devoraron con voracidad sin límite.
Un incendio cruel, que en su paso arrasó, los tesoros naturales que allí se encontraron.
Los pinos majestuosos, altivos y valientes, se rindieron al fuego, en tristes despedidas ardientes.
Sus ramas se alzaban hacia el cielo azul, hasta que el fuego las cubrió, cruel y letal.
Los alcornoques sabios, testigos del tiempo, vieron sus cortezas arder en tormento.
Las encinas antiguas, con su fuerza y ​​raíces, sufrieron las llamas, perdieron sus cimas.
Los quejigos robustos, de troncos enredados, se consumieron en el fuego, desolados.
Y los castaños centenarios, con sus frutos dorados, ya no brindarán sombra, ni regalos anhelados.
Pero en medio de la tragedia y el dolor, no olvidemos a las especies de arbustos en flor.
El mirto fragante, que se erige con orgullo, fue presa del fuego, en un triste arrullo.
El lentisco y su aroma, tan característico, se desvanecieron en las llamas, en un instante tragico.
La madroñera y el aladierno, de hojas perennes, sufrieron el embate del fuego, con monstruosidades y crueldades.
El labiérnago y su belleza, de flores diminutas, se despidieron del mundo en tristes salidas.
La olivilla y el acebuche, guardianes del paisaje, fueron consumidos por las llamas con coraje.
Ay, Sierra Bermeja, tu dolor nos conmueve, ante la pérdida de tu riqueza que se mueve.
Pero en tu suelo ardido, un mensaje queda, renacerás, más fuerte, con nueva vida en tu senda.
Reverdecerán tus montes, con árboles en flor, renacerá el ecosistema con gran esplendor.
La naturaleza, valiente y sabia, sanará las heridas con su fuerza valía.
Que la tragedia del fuego, nos enseñe a cuidar, nuestro hogar compartido,sin cesar.
Y en memoria de aquel septiembre desgarrador, protejamos la belleza natural con todo el rigor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario